(Foto: Brenda León)
Como en muchas noches, Liliana sale hacia altamar en busca de su sustento. Es pescadora, al igual que otros integrantes en su familia. Además, es una líder comunitaria respetada entre sus vecinos y conoce muy bien las preocupaciones de los pescadores del área.
Pero, además de los problemas que afectan a diario a quienes se dedican a la pesca, las mujeres que comparten su misma ocupación enfrentan acoso continuamente. Por tanto, la lucha de Liliana no es solo para mejorar las condiciones para vivir de la pesca en Puerto Rico, sino que también es una gran batalla por erradicar la violencia de género en su comunidad y en su espacio de trabajo.