(Fotos por Gabriela Hance Villanueva)
Para ellas, un simple avistamiento a la costa ubicada a pasos del Balneario de Carolina sugería que un conflicto por el espacio comenzaba a despertar una lucha por el acceso a las playas. Era la primera década del siglo actual. Dos universitarias con experiencias previas en el activismo en favor de la justicia social decidieron integrarse a un espacio de lucha complejo y, en ocasiones, violento.